Seguro que los has visto antes. Son una especie de retícula formada por cuadraditos blancos y negros que aparecen en vallas publicitarias, en la prensa o en los envases de los productos. Se llaman códigos QR, y son la evolución de los códigos de barras. Para leerlos, es suficiente con instalar una aplicación en el smartphone y hacerles una foto. Después, el código se puede transformar en un mensaje, una dirección de una página web, una canción o un video. Suena bien, ¿no? Pero, ¿cuánta gente sabe utilizarlos?
La empresa americana comScore, que realiza estudios de uso de Internet, ha publicado recientemente un informe que responde a esta pregunta.
Estos son los datos más relevantes:
- 6 de cada 10 teléfonos son smartphones.
- El 16% de los usuarios de smartphone escanea códigos QR.
- Esto es el triple que el año 2011.
- La gran mayoría escanea códigos para recibir información sobre productos (71%).
- El resto, queda repartido entre información sobre eventos (36,5%), descuentos y promociones (22,2%), descarga de aplicaciones (13,7%) e información sobre ONG (13,4%).
La popularidad creciente de los códigos QR está animando a las empresas a utilizarlos para ofrecer servicios de valor añadido a sus clientes.
Hasta nosotros nos animamos hace un tiempo a utilizarlos.